20.6.18

                              Clink caja: gol de Suárez y Uruguay a octavos / Foto: Reuters


En su segundo partido por el grupo A, en Rostov, Uruguay enfrentó a Arabia Saudita. La Celeste venía de un triunfo agónico 1-0 ante Egipto mientras los saudíes de comerse un 0-5 ante Rusia, la gran sorpresa del grupo.

En la víspera a este segundo partido Celeste, Rusia venció con autoridad 3-1 a Egipto, resultado que dejó a los locales en octavos de final mientras a los africanos con pie y medio fuera, solo a la espera de un milagro: derrota de Uruguay ante los árabes y esperar golear a estos últimos en la última fecha del grupo, y además que la Celeste no pudiera con Rusia. Mucha calculadora...

Por su parte, Uruguay salió a enfrentar a Arabia con dos cambios de acuerdo al triunfo ante Egipto. Rodríguez y Sánchez de arranque, el primero volanteando por izquierda y el otro por el carril derecho y dueño de los balones quietos. Estos dos veteranos del “Proceso” habían entrado en buena forma por Nández y De Arrascaeta en el segundo tiempo del triunfo ante Egipto, por lo que Oscar Tabárez decidió darles titularidad.

Pero ante Arabia no funcionó ninguno de los dos cambios, como la gran mayoría de las individualidades de la Celeste. Un equipo que comenzó a disputar el partido con cierta apatía, sin creación de juego, de circuitos y con varios jugadores en discreto nivel. Vecino, Bentancur, Rodríguez, Sánchez, Varela, Cáceres, poco finos en las entregas del balón como en sus posicionamientos ofensivos.

El partido pasaba los 20’ y era pobre, sin situaciones de gol en los arcos. Arabia debía ir por el triunfo mientras Uruguay fallaba en el control del balón y prácticamente lo entregaba al rival con malos pases o resoluciones apresuradas. Pero los dirigidos por el argentino Juan Antonio Pizzi apenas si inquietaron con peligro el arco de Muslera. Sin ideas con el balón en control, salvo algún amague en abrir el campo o verticalizar el juego con toque rasante, los árabes poco y nada.

A los 22’ cayó una sorpresa que determinaría el trámite. Corner para Uruguay, una horripilante y rocambolesca salida del golero Al Owais, quien más que salir como un golero profesional (seguro, con los puños a romper por si acaso dudaba de controlar el centro) terminó en la foto del gol como papando moscas, desarticulado en el aire, sin haber sido desestabilizado por algún jugador, con un manotazo lejos de todo, del balón y del sueño de su país en el Mundial, ya que el balón siguió viaje y Suárez anticipó para definir sin problemas a la red. 1-0 la Celeste.

El gol bajó la cortina. Uruguay jamás dejó de jugar sin atender al resultado, por ende la clasificación a octavos de final. Siguió mostrando problemas como equipo en la creación de juego ofensivo hasta el final de la primera mitad.

En el complemento, Tabárez acertó con los tres cambios, aunque algo demorados en el tiempo. Adentro Torreira, Laxalt y Nández; fuera Vecino, Sánchez y Rodríguez. De los tres volantes que ingresaron, el que mejor lo hizo fue Torreira, rápido en la presión en el mediocampo y en auxiliar a Bentancur, que fue de menos a más en el juego por la proximidad de Torreira. Laxalt, abierto por el carril izquierdo, buscó sin fortuna encontrarse con Cavani y Suárez.

Fue un partido chato pero con el objetivo cumplido para Uruguay: clasificar a octavos de final. Dos goles (ambos de jugada de balón parado), seis puntos y a pensar en Rusia para decidir el líder del grupo A. Como dijimos en nuestra crónica del partido ante Egipto, hay que seguir trabajando y lo más importante: encontrar el equipo en el mediocampo, donde hay poca sorpresa en la creación de juego para dos delanteros de élite como Suárez y Cavani. Ante esta endeble Arabia (de las peores selecciones del Mundial) ingresó bien Torreira, quien puede comenzar a tener más minutos.

Pero el próximo partido será otra historia: el lunes espera Rusia, un equipo diferente y superior a Egipto y a Arabia, que goleó a ambos, y que recurre a mucho juego físico, verticalidad e individualidades claves en el mediocampo y en el ataque. Será una prueba más, y de mucho más rigor, para ver de qué está hecha esta Celeste en esta Copa del Mundo.


Epílogo

Así vio el partido (o más bien estos dos primeros partidos de Uruguay en el grupo A) Martín, parte de la Santísima (?) Trinidad de FdM. Fue como comentario, pero por su claridad "analítica JRística (?)", calza perfecto como epílogo a la crónica:


Primeramente me alegra oír una autocrítica de Tabárez, sumado a que hoy vió bién y rápido los cambios que hacían falta, cosa que no suele suceder con el Troesma. Es facilmente analizable el problema de la celeste: en defensa no se decide a presionar pero tampoco espera de forma compacta, deja enormes espacios entre las líneas y marca muy de lejos en el mano a mano, lo que permite que los rivales reciban solos entre dichas líneas con tiempo y espacio para jugar. 

Con Arabia no fue tan grave por lo limitado de sus jugadores pero es suicida dejarle ese espacio para jugar a otros jugadores de mejor nivel. En ataque no utiliza las bandas, no termina nunca de abrir la cancha, los laterales no se desdoblan con profundidad. No termina de cambiar de ritmo nunca. 

Por otra parte, ninguno de los delanteros baja a ocupar los espacios entre líneas que deja el rival, para recibir sin marca o abrir espacios para el otro delantero en caso de que algún central lo siga. Sumado a la estaticidad de todo el equipo resulta en esos pases intrascendentes para los costados y para atrás que se repiten eternamente. 

Habría que juntar las líneas hacia adelante para presionar con mas intensidad, aunque teniendo en cuenta que Josema y Godin no se sienten tan cómodos marcando en mitad de cancha, mas probable sería juntarlas hacia atras, con mas compromiso del resto del equipo para marcar pegados y no dejar recibir con comodidad, aprovechando luego el campo libre contrario para salir rápidamente con los dos delanteros que son letales con espacios. Probablemente esa sea la estrategia de aquí en adelante contra rivales de mayor calibre. De ser así Uruguay sigue teniendo chances de llegar lejos pese al flojo rendimiento en estas primeras fechas.


1 comentarios:

martin dijo...

Hola, perdón, permiso (?)

Traigo mi humilde análisis del funcionamiento de la celeste por lo que vi hoy:
Primeramente me alegra oír una autocrítica de Tabárez, sumado a que hoy vió bién y rápido los cambios que hacían falta, cosa que no suele suceder con el troesma. Es facilmente analizable el problema de la celeste: en defensa no se decide a presionar pero tampoco espera de forma compacta, deja enormes espacios entre las líneas y marca muy de lejos en el mano a mano, lo que permite que los rivales reciban solos entre dichas líneas con tiempo y espacio para jugar. Con Arabia no fue tan grave por lo limitado de sus jugadores pero es suicida dejarle ese espacio para jugar a otros jugadores de mejor nivel. En ataque no utiliza las bandas, no termina nunca de abrir la cancha, los laterales no se desdoblan con profundidad. No termina de cambiar de ritmo nunca. Por otra parte, ninguno de los delanteros baja a ocupar los espacios entre líneas que deja el rival, para recibir sin marca o abrir espacios para el otro delantero en caso de que algún central lo siga. Sumado a la estaticidad de todo el equipo resulta en esos pases intrascendentes para los costados y para atrás que se repiten eternamente. Habría que juntar las líneas hacia adelante para presionar con mas intensidad, aunque teniendo en cuenta que Josema y Godin no se sienten tan cómodos marcando en mitad de cancha, mas probable sería juntarlas hacia atras, con mas compromiso del resto del equipo para marcar pegados y no dejar recibir con comodidad, aprovechando luego el campo libre contrario para salir rápidamente con los dos delanteros que son letales con espacios. Probablemente esa sea la estrategia de aquí en adelante contra rivales de mayor calibre. De ser así Uruguay sigue teniendo chances de llegar lejos pese al flojo rendimiento en estas primeras fechas.

Esos son mis dos centavos (?)

PD: Bentancur es un fenómeno, y solo tiene 20 años.

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