Copa si jugas

Peñarol se hizo fuerte en Buenos Aires y gracias al gol conseguido como visitante se metió en la final del torneo mas importante del continente tras 24 años de ostracismo. En la final se verá las caras a pura mistica (?) con el Santos, en la reedición de un duelo de las primeras épocas de la Copa.

Solidaridad, con esa palabra se puede definir a este Peñarol que, si bien no es un cúmulo de virtudes futbolísticas, es un equipo que sabe el juego que le conviene y lo aplica a rajatabla. En la noche de Liniers el conjunto de Aguirre arrancó concentrado y dispuesto a no regalar nada, y recién comenzado el encuentro contó con una inmejorable ocasión de abrir el score. Fue por intermedio del flogger Martinuccio, quien se filtró entre los zagueros velezanos y quedo cara a cara con Barovero, pero su definición fue débil a las manos del golero. Promediando la primera etapa el conjunto locatario empezó a manejar la pelota pero se encontró con una ferrea defensa carbonera, y cuando mas apretaba el fortín llegó el gol visitante. Messinuccio (?) recibió de Olivera y con un gran pase hacia la izquierda dejó a Mier de frente al arco y el "gordo" no falló 1-0. Baldazo de agua fría para Vélez, que igualmente no se resignó y se fue con todo en busca de un pronto empate. Primero se lo anularon a Mártinez por un supuesto offside, tras gran jugada colectiva y en la hora Tobio aprovechó un rebote de Sosa tras un centro frontal y la mandó adentro 1-1. Aún precisaba dos goles mas el conjunto de Gareca.

En la segunda parte fue un monólogo de Vélez, que una y otra vez chocó con la defensa aurinegra y le costó generar situaciones claras. Peñarol lo pudo haber liquidado sobre los 65', pero Olivera lo perdió de manera increíble con el arquero ya vencido. En la contra, tras un centro el "burrito" Martinez, gran figura, se la bajó de pecho al "tranque" Silva y el pelón (?) no perdonó 2-1. Todavía quedaba tiempo para la remontada del conjunto argentino, que parecía finalmente se iba a dar, ya que minutos después contó con un increíble penal a favor. Guillermo Rodriguez la tocó con la mano en el área y el arbitro no dudo en cobrar la pena máxima. Frente a la pelota se paró Silva para darle la victoria y clasificación a la final a su cuadro, pero el nerviosismo le jugó una mala pasada y su horrible remate con caída incluida se fue por encima del Horizontal. La desafortunada jugada pareció debilitar al local y fortalecer al manya, que aguantó los tibios embates del final y terminó logrando una histórica clasificación a la final. Lo dije antes y lo vuelvo a decir ahora, con la missstica no se jode (?).