25.6.18

Acá estamos

 


En Samara, Rusia y Uruguay llegaron al último partido del grupo A para definir primer y segundo puesto de cara a los octavos de final. Ambas selecciones vencieron a las otras dos eliminadas de la serie: Egipto y Arabia Saudita. En el caso de los eslavos, les servía un empate para clasificar como primeros, por la diferencia de goles. A Uruguay solo ganar.

La Celeste venía de dos partidos con triunfos 1-0 (ambos goles de jugada de balón parado) pero con un funcionamiento discreto en mediocampo, laterales y ataque. Ante una Rusia que sorprendió a propios y a extraños en los primeros partidos con resultados contundentes (5-0 a Arabia, 3-1 a Egipto), para Uruguay llegaba el momento de comenzar a demostrar sus aspiraciones en la cita mundialista.

Uruguay jugó su mejor partido no solo en lo que va del Mundial, sino en lo que va del año. Los cambios que realizó Tabárez en el once inicial refrescaron al equipo de cara a lo que viene. Torreira como volante central fue puro despliegue, intenso y atento en la recuperación y en su posición como eje del equipo junto al talentoso Bentancur, quien jugó algo más suelto y adelantado, próximo a los delanteros Suárez y Cavani. Laxalt tuvo un muy buen partido por el carril izquierdo. Coates (sustituto del lesionado Giménez) fue figura junto con Godín en la zaga. Ambos, seguros y prácticos, anularon con alternancia en la marca al 9 eslavo, el gigante Dzyuba, figura de la selección local.

Vecino y Nández estuvieron a la altura. El mediocampo presionaba y había encuentros con los laterales Laxalt y Cáceres en las subidas. A Rusia le dolía cuando Uruguay abría el campo de juego con balón dominado. 

A los 11’ una corrida de Suárez desde la izquierda terminó con pase de gol para Bentancur, quien fue fouleado a centímetros del área, cuando se aprontaba a definir ante Akinfeev. Suárez cobró el tiro libre rasante y contra el palo del golero, que no pudo en la estirada. 1-0 Uruguay.


Primer gol uruguayo: Suárez remata rasante al palo del golero mientras Cavani, anticipándose al festejo, besa apasionadamente (?) a su marcador ruso | Foto: Getty


Tras el gol, la Celeste continuó dominando el trámite. Rusia no funcionaba: no había circuito en un mediocampo (se notó la ausencia del volante creativo Golovin) que jugaba incómodo ante la presión rival, mientras Dzyuba intentaba pivotear mientras peleaba en soledad con las torres celestes en el área.

A los 23’ Laxalt encaró con potencia por el carril zurdo y lo talaron. La falta se resolvió en envío al área, segunda pelota y el rechace le quedó a Laxalt: remate mordido, rebote en Cheryshev y no pudo el descolocado Akinfeev. 2-0 la Celeste.

Era un partido ideal ante un rival que terminó de acusar el golpe cuando a los 35’ quedó con diez jugadores tras la expulsión de Smolnikov.

A los 10’ del complemento, el partido ya parecía liquidado: Rusia jugaba sin ideas contra el arco de Muslera y Uruguay controlaba la renta en el marcador. Tabárez hizo dos cambios en el mediocampo pero pensando en el ataque. Fuera Nández y Bentancur (quien en este partido fue el primer jugador amonestado en Uruguay), adentro Giorgian y Cebolla Rodríguez.

Cebolla le agregó dinámica al mediocampo y tuvo dos remates a distancia que tapó exigido Akinfeev. Suárez y Cavani idearon un contragolpe que terminó con el primero prefiriendo el pase a su coterráneo salteño ante una prematura definición de gol. Una lástima, se liquidaba el pleito.

Con Rusia sin nada que ofrecer, salvo la admirable lucha de Dzyuba en el área, intentando bajar algún balón, jugando de espaldas al arco e incómodo, llegó el gol de Cavani a los 90’: centro al área, Godín fusiló de cabeza, rebote y apareció el Matador para rematar. 3-0 y los hinchas uruguayos presentes en el estadio de Samara que hacía rato cantaban “Volveremo’ a ser campeones como la primera vez”. En cambio, los rostros de los rusos eran de sorpresa y de asimilar una derrota ante un rival superior.

Fue un triunfo total e incuestionable. Táctico en el trabajo para anular al rival y funcional tanto en el equipo como en rendimientos individuales. Uruguay terminó cumpliendo en su grupo: puntaje perfecto, cinco goles marcados y sin goles en contra. Con viento en la camiseta y en claro ascenso en juego, rendimiento, defensa y ataque, el próximo sábado enfrentará al Portugal de Cristiano Ronaldo, segundo clasificado a octavos por el grupo B. Comienza otra Copa del Mundo en Rusia.




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